Las actuaciones de Conservación y Restauración sobre Palacios y Edificaciones Históricas son necesarias para evitar el deterioro y devaluación de los mismos, puesto que la no realización en el momento adecuado de dichos trabajos, multiplica por 5 a la larga la inversión a realizar para devolver el bien al estado original.
La no actuación sobre dichos monumentos no sólo aumenta el coste de las posteriores actuaciones a la fuerza, sino que impide que el bien se restaure en óptimas condiciones respetando al máximo su antigüedad y singularidad.
El Patrimonio histórico se compone de un grupo de bienes que nos han transmitido las generaciones anteriores, cuya realización costó una gran dedicación, cuidado y destreza, por lo que si estas piezas se pierden, perderíamos una parte sustancial del conocimiento que tenemos de nuestros antepasados; si eso sucediera, nos haríamos más pobres.
La conservación de nuestro Patrimonio es una manera de conservar nuestra historia para que generaciones futuras puedan seguir disfrutándolo, por lo que el compromiso moral debe de ser total.
Las actuaciones sobre bienes de este tipo deben ser realizadas por empresas especializadas en Restauración del Patrimonio con la solvencia técnica necesaria para acometer este tipo de obras con garantía de respeto al edificio y calidad de los trabajos realizados.
Es importante trazar un plan de conservación de los mismos con la conformidad de los departamentos de cultura de la Administración para reducir los costes de inversiones preservando de la mejor manera posible los bienes.
Actuaciones en obras cómo el Palacio de Argamasilla en Aoiz (Navarra), el Palacio de Barasoain (Navarra), el Palacio de Subiza (Navarra), son ejemplos claros de elementos del patrimonio que se han restaurado por empresas especialistas en Restauración, que se habían deteriorado de una forma muy importante y que incrementaron el coste de las obras de Restauración realizadas.